jueves, mayo 01, 2008

CONFERENCIA DE LA HISTORIADORA LIDIA GOLOVKOVA

El Estado ruso debe sostener a la Iglesia y a las asociaciones para preservar la memoria de las víctimas de la represión estalinistas, estima la historiadora Lidia Golovkova.

La necesidad de una acción sistemática y a gran escala del Estado con vistas a preservar la memoria de las víctimas de las represiones estalinistas ha sido subrayada por Lidia Golovkova, historiadora conocida por sus trabajos sobre el Gólgota ruso, el polígono de Boutovo. Lidia Golovkova es directora de investigación en el departamento de Historia Contemporánea de la Iglesia Ortodoxa de Rusia en la Universidad Ortodoxa "San Tikhon" y dirigió la obra El Polígono de Boutovo.

Durante la presentación el 18 de abril en el centro cultural "Las Puertas del Velo" (Pokrovskie Vorota) de una conferencia titulada "Los mártires de los trabajos forzados", resaltó que los museos, las publicaciones conmemorativas y las exposiciones dedicadas a las decenas de millares de soviéticos eliminados en los años 20 a 5o habían sido organizados por asociaciones (por ejemplo, la asociación "Memorial" creó el Museo del Gulag -calle Petrovka en Moscú-), por comunidades religiosas y por voluntarios. El Estado no ha proporcionado más que una ayuda ocasional a algunos proyectos, cuando sería necesario proceder a investigaciones a gran escala de los lugares de amortajamiento y de los restos, a un examen sistemático de los archivos y a la creación de grandes complejos memoriales de importancia nacional sobre los lugares de ejecución en masa o los lugares de sepultura donde reposan millares de cuerpos, tal como ha sido realizado en otros países.

Lidia Golovkova nombró tres lugares de la memoria de los que se ocupa la Iglesia Ortodoxa Rusa: el primero es el polígono de Boutovo, donde alrededor de la iglesia de los Nuevos Mártires y Confesores de Rusia fue creado el Centro Memorial de Investigación e Información "Boutovo". Gracias al clero y a feligreses activos podemos informarnos allí de una parte ínfima de los materiales descubiertos con respecto a las ejecuciones en masa que se sustanciaron en este lugar. Como subrayó Lidia Golovkova, se descubrieron documentos que concernían a 21.000 personas fusiladas, entre las que se contaron cerca de mil obispos, sacerdotes y laicos asesinados por causa de su fe. Pero se considera que las fosas de Boutovo todavía acogieron a millares y millares de personas de toda condición.

No lejos de Boutovo, en el sur de Moscú, se encuentra la tristemente célebre zona especial llamada "Koumounarka", lugar de sepultura en masa de las élites del partido comunista y de altos dirigentes no sólo de la URSS, sino también de otros países socialistas. Allí también se eleva una iglesia de los Nuevos Mártires y Confesores de Rusia, una dependencia del monasterio de Santa Catalina. En los locales del mismo monasterio, no lejos de las afueras de Vidnyï, estuvo instalada la prisión "Soukhanovka", el terrible centro de tortura de Beria. Oraciones incesantes se elevan en estos lugares, pero haría falta esfuerzos de las autoridades para que la memoria de las víctimas de la represión en masa sea transmitida a las generaciones futuras, observó la conferenciante.

En el curso de su conferencia, Lidia Golovkova evocó con detalle el vía crucis fluvial "Solovki-Boutovo", que se celebró en agosto del año pasado. En este año, aniversario de las represiones de 1937, una cruz gigante construida en las islas Solovki, fue transportada a lo largo de los canales excavados por los presos. La gabarra con la cruz y el barco que transportaba a los participantes en el vía crucis, entre los que se encontraba Lidia Golovkova, atravesaron los terrenos de los antiguos campos Belbaltlag y Baltlag, y el enorme complejo de Dmitlag. A cada parada, había instalados stands y paneles con representaciones de los mártires de Solovki y Boutovo, se dijeron oficios fúnebres, así como oraciones de rodillas, en las cuales participaron los habitantes locales y, entre ellos, descendientes de los que trabajaron para cavar los canales. El vía crucis recorrió orillas cubiertas de bosques y tapizadas con los huesos de los "mártires de los trabajos forzados", de los cuales nada recuerda visiblemente su memoria. Según Lidia Golovkova, toda iniciativa debe ser acometida con gran esfuerzo, hay que literalmente pelearse con las autoridades para tener la posibilidad de saber más sobre las víctimas del terror. "Estoy asombrada -dijo la conferenciante- de hasta qué punto hay personas que no se interesan por saber quién ha sido fusilado en las islas Solovki, en Boutovo y en otros lugares de ejecuciones en masa".

A la evocación del vía crucis se añadió la proyección de fotografías de los residentes del SLON (Campo de Destino Especial de Solovki), miembros del clero o laicos, entre los cuales muchos fueron liberados para luego ser fusilados en el polígono de Boutovo como "detenidos una segunda vez" ("povtornik", es decir sin establecimiento de una nueva acusación). Lidia Golovkova señaló que en Solovki se presentó con agudeza el problema de la identificación de los lugares de enterramiento: los enérgicos esfuerzos de un entusiasta no encuentran comprensión por parte de las autoridades civiles ni por parte de las autoridades religiosas del archipiélago. Incluso si es gracias a este entusiasta que ha sido despejado el misterio de Sandormokh, en Carelia, donde hace 70 años los verdugos del NKVD hicieron un "regalo" a Stalin con motivo del jubileo de la Revolución de Octubre suprimiendo algunos días 1100 prisioneros políticos. Los nombres de los que fueron fusilados entonces son conocidos, pero todavía ignoramos los nombres de otras 509 víctimas. Entre estas podría encontrarse el sabio y teólogo conocido en el mundo entero, el padre Pavel Florenski.

La conferencia estuvo seguida de una breve alocución de Giovanna Parravicini, empleada del centro cultural "Las Puertas del Velo", representante del fondo italiano "Rusia Cristiana", que considera como una de sus prioridades el estudio y la difusión de los datos sobre los nuevos mártires y confesores de Rusia en Occidente. Recordó que Lidia Golovkova estaba actualmente trabajando en un nuevo capítulo "terrible y luminoso": los materiales de los archivos concernientes a los campos de Kazakhstán. Lidia Golovkova subrayó como respuesta hasta qué punto estaba impresionada por los nuevos testimonios de una vida ininterrumpida de la Iglesia durante los años más duros.


En la gran sala del centro cultural, del 17 al 24 de abril, fue presentada la exposición dedicada a los "Mártires de los trabajos forzados" teniendo como base materiales que provienen de archivos familiares o de los archivos del FSB. Allí se expusieron los stands que acompañaban al vía crucis y que son conservados en el relicario del polígono de Boutovo. Esta exposición ya ha sido presentada en varias ciudades de Rusia donde despertó gran interés.


Julia Zajtseva
Blagovest-info.ru - 22/04/08

[Nota: Traducido del texto francés aparecido en Orthodoxie]

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