martes, julio 29, 2008

DECLARACIÓN DEL SANTO SÍNODO DE LA IGLESIA ORTODOXA UCRANIANA SOBRE LA SITUACIÓN ECLESIAL EN UCRANIA

El 16 de julio pasado, se reunió el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania (autónoma bajo la jurisdicción del Patriarcado de Moscú). Publicó tres declaraciones: una dirigida a las autoridades políticas de Ucrania, otra para la Iglesia no canónica que se autodenomina "Patriarcado de Kiev" (UOC-KP), y la tercera a la otra entidad eclesiástica no canónica en Ucrania, la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Ucrania (UAOC). En relación a estas dos últimas, se trata de respuestas a declaraciones emitidas a fines del año 2007.

En su respuesta a la UOC-KP, el Santo Sínodo afirma particularmente:

"El cisma de la Ortodoxia Ucrania es uno de los más grandes y de las tragedias más penosas de la Iglesia Ortodoxa en Ucrania en el conjunto de su historia entera desde el bautismo de Kiev por el Santo Príncipe Vladimir. El cisma es un problema grave para la sociedad ucrania y para toda la Ortodoxia universal. Siendo conciente de la necesidad de la resolución rápida del cisma en Ucrania, la Iglesia Ortodoxa Ucrania está preparada para un diálogo constructivo y para la cooperación con todas las partes interesadas, incluyendo a los representantes de las organizaciones eclesiásticas que no están en comunión con la Ortodoxia universal.

Al mismo tiempo, este diálogo, para ser constructivo y aportar el resultado deseado -la unificación de todos los fieles ortodoxos de Ucrania en una sola Iglesia- debe desarrollarse según ciertos principios, a saber: conforme con las reglas canónicas de la Iglesia Ortodoxa universal. Estos principios han sido recordados más de una vez en los diferentes documentos y las declaraciones de nuestra Iglesia y sobre ello nuestra posición no ha variado. Nuestra insistencia en atenernos a las reglas canónicas para poner fin al cisma no está guiada por una actitud rigorista con respecto a nuestros hermanos y hermanas que hoy están fuera de la Iglesia canónica, sino por la conciencia de que su incumplimiento suscitará una nueva fragmentación de la Ortodoxia Ucrania; en efecto, en la conciencia de muchas personas esto borraría la frontera entre lo que es admisible y lo que es inadmisible en la Iglesia de Cristo.

Si aprobamos, en la declaración, la intención de buscar caminos de comprensión recíproca y de superación del cisma, no podemos validar algunas de las tesis y las sugerencias manifestadas por los autores del documento. En particular, no podemos aceptar la tesis de que la declaración de independencia política de Ucrania implica la independencia de la Iglesia Ucrania. La independencia política de Ucrania es una realización histórica de nuestro pueblo y no rechazamos de ninguna manera su significado. Sin embargo, estamos lejos de considerar que la independencia canónica de la Iglesia es uno de los atributos necesarios de la independencia. El estatuto canónico de la Iglesia debe ser considerado en relación con el interés eclesiológico y no solamente por razones políticas; este estatuto no debe ser determinado por los factores públicos y políticos, sino por la Iglesia misma: su episcopado, su clero y sus fieles.

Es sabido que según la tradición canónica de la Iglesia Ortodoxa las condiciones siguientes son indispensables para acceder al estatuto de autocefalía: 1) la decisión unánime del episcopado y de los fieles de la Iglesia local sobre la necesidad de la autocefalía; 2) el consentimiento del nuevo estatuto de la Iglesia local por parte del conjunto de la Iglesia Ortodoxa incluyendo aquí a la Iglesia Patriarcal madre (kyriarchal). (…)

No podemos aceptar igualmente una proposición de unión en una sola Iglesia esperando el reconocimiento canónico de tal Iglesia. El "Patriarcado supuesto de Kiev" fue proclamado por los jefes del movimiento para la autocefalía ucrania en junio de 1990, es decir hace 18 años. Luego, desde este tiempo cuando el "patriarcado" se autoproclamó, sin el acuerdo conciliar de la Iglesia Ucrania misma y de la Ortodoxia universal, no está reconocido por ninguna Iglesia canónica ortodoxa local. (…)

La declaración sugiere como modelo para superar el cisma en Ucrania el ejemplo de la nueva comunión canónica restaurada entre la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero y el Patriarcado de Moscú. Sin embargo, esta analogía no se corresponde con la situación ucrania, ya que el estatuto de la UOC-KP no es análogo con el antiguo estatuto de la Iglesia Rusa Fuera de las Fronteras. Primero, la sucesión apostólica de la IORFF no ha sido negada por el Patriarcado de Moscú y por ninguna otra Iglesia local. Por otro lado, ninguna sanción canónica fue aplicada en contra de los jerarcas de la IORFF análoga a la hecha con razón contra el antiguo metropolitano Filaret y otros antiguos jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Ucrania que sostuvieron actividades cismáticas (el anatema o la deposición de las órdenes santas). Por consiguiente, la IORFF estaba en comunión parcial con la Ortodoxia universal, en particular con la Iglesia Ortodoxa Serbia y con la Iglesia Ortodoxa de Jerusalén. (…)

Elevando nuestras oraciones hacia el Señor para la resolución del cisma y la unificación de la Iglesia Ortodoxa Ucrania, deseamos, con una oración ferviente, la sabiduría espiritual y la valentía para nuestros hermanos y hermanas, que por una razón u otra dejaron la Iglesia una, santa, católico y apostólico, y buscan los caminos para volver a la comunión de la Iglesia".

A continuación la respuesta del Santo Sínodo de la IOU a la otra organización eclesial no canónica, la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Ucrania (UAOC):

"El deseo de la UAOC de proseguir el diálogo con la Iglesia Ortodoxa Ucrania para la restauración de la unidad de la Ortodoxia ucrania es extremadamente laudable. Los documentos y las pasadas las declaraciones de la UAOC, años 2006-2008, atestiguan que hay una voluntad evidente de la UAOC para buscar un acuerdo con la Iglesia Ortodoxa ucrania sobre las cuestiones eclesiológica y canónica. Particularmente la denuncia del etnofiletismo como principio de la organización de la vida eclesiástica merece la aprobación más viva (…)

Al mismo tiempo, hay que ser respetuosos con el hecho de que un cambio del estatuto canónico de la Iglesia Ortodoxa Ucrania únicamente es posible si hay unanimidad sobre esta cuestión entre el episcopado, el clero y los laicos. Constatamos que en nuestra Iglesia coexisten hoy ideas diferentes que conciernen a su futuro. Además, el cambio del estatuto de la Iglesia Ortodoxa Ucrania no puede entrar en vigor sin el acuerdo del Patriarca de Moscú y de Toda Rusia y de los restantes primados de las Iglesias Ortodoxas locales. Este paso es todavía más complicado porque en la Ortodoxia no hay acuerdo sobre el procedimiento de proclamación de la autocefalía. Un cierto número de Iglesias cree que esto depende de la prerrogativa del Patriarca de Constantinopla y otras Iglesias consideran que esta cuestión es de la competencia de la Iglesia Patriarcal madre (kyriachal) con el consentimiento de otras Iglesias locales.

Como ha sido observado correctamente en la "la declaración" (n. del T. : de la AUOC): "La autocefalía no es la vía de separación de una Iglesia local respecto de otra. Al contrario, ello permite a una Iglesia desempeñar su misión local en el mundo preservando la unidad de la Iglesia `una, santa, católica y apostólica´". Sin embargo, la historia también atestigua que la autocefalia puede tanto unir como dividir a las naciones y a las Iglesias (…). Así como el teólogo ortodoxo francés contemporáneo Olivier Clement lo puso de manifiesto, "la autocefalia replegada sobre sí misma provocó mucho dolor a la Iglesia Ortodoxa ".

Es por esta razón que no sorprende que una parte considerable del clero y de los laicos de nuestra Iglesia niegue la idea de la autocefalia, viéndola como una amenaza para la unidad espiritual con la Iglesia Ortodoxa Rusa. La actitud de los jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Ucrania es coherente con esta visión. El primado y el episcopado de nuestra Iglesia se esfuerzan sinceramente por superar el cisma, pero rechazan las vías y los modelos de reunificación de la Ortodoxia Ucrania susceptibles de provocar nuevas controversias o de destruir la unidad eucarística y espiritual de la Iglesia Ortodoxa Ucrania con la Ortodoxia universal.

Por otro lado, el estatuto actual de la Iglesia Ortodoxa Ucrania es verdaderamente idéntico a los derechos canónicos de una Iglesia autocéfala. "La Iglesia Ortodoxa Ucrania tiene ahora los mismos derechos canónicos que cualquier Iglesia Ortodoxa local. Además, un análisis comparativo de los derechos canónicos de la Iglesia Ucrania, que se dirige con toda independencia (self- governed) aun estando en la jurisdicción del Patriarcado de Moscú, y de los derechos de la Iglesia Autocéfala Ortodoxa Griega, muestra que nuestros derechos reales son incluso más importantes que los que posee la Iglesia Autocéfala de Grecia. La Iglesia Ortodoxa Ucrania decide con total independencia la inmensa mayoría de las cuestiones eclesiásticas y su dependencia canónica respecto de la Iglesia Ortodoxa Rusa se manifiesta solamente por la mención del Patriarca durante la Divina Liturgia y por la bendición patriarcal del primado de la Iglesia Ortodoxa Ucrania escogido por el consejo de ésta" ("La Iglesia ortodoxa ucrania: presente y perspectivas", alocucion del primado a la Academia de Teología Cristiana de Varsovia).

(…) El Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Ucrania estima que es necesario continuar el diálogo sobre la restauración de la unidad de la Ortodoxia ucrania, (…) "

[Fuentes: Original, sitio oficial de la Iglesia Ortodoxa Ucrania. Traducido del inglés por Orthodoxie]

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