jueves, noviembre 22, 2007

LUIS SANTAMARÍA DEL RÍO: "EL PARLAMENTO ARGENTINO DE RELIGIONES ES UN CONGLOMERADO DE SECTAS"

Siempre pensé que una noticia así, más tarde o más temprano, en la que un grupo pseudo-ortodoxo (yo no me atrevería a denominarlo ni siquiera "cismático" como hace el Sr. Santamaría) se ve implicado, habría de hacerse pública.

Sin atribuir, por mi parte, una generalizada condena de los grupos religiosos y, mucho menos, de las personas, individualmente consideradas, que participan en este organismo interreligioso -pues, a fin de cuentas, uno de nuestros mayores tesoros es la libre conciencia- , sí que quiero advertir de la confusión y el galimatías en que, de buena fe, se puede incurrir muchas veces.

Lo lamentable, lo triste y hasta lo peligroso, es cuando la mala fe también es patente y algunos no lo advierten o no quieren advertirlo, designando como compañeros de un mismo viaje a personajes que son más propios de la crónica judicial, y/o a personajillos que bien harían en limitarse a asistir a los muchos programas para freakies que emiten las cadenas televisivas.

El teólogo católico Luis Santamaría está en su pleno derecho para sentirse ofendido y alarmado por las interesadas -e, insistamos también, falsas- asociaciones de ideas que estos señores del PAR pretenden establecer con el fin de prestigiar sus "chiringuitos" y "capillitas", sin importarles el daño infligido a respetables tradiciones religiosas y, lo más grave, a muchas personas que de buena fe se acercan o puedan querer acercarse a ellas. Y por ello lo denuncia.

Por cuanto en este triste asunto se ve implicada una supuesta "iglesia ortodoxa", yo también me sumo a la denuncia de la -nunca mejor dicho- "ceremonia de la confusión" y consigno al completo la noticia:


El teólogo español Luis Santamaría del Río, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), denunció que el autoproclamado “Parlamento Argentino de Religiones” (PAR), que se presenta como plataforma de diálogo interreligioso, congrega en su seno a multitud de sectas, incluyendo grupos tan peligrosos como la autodenominada Iglesia de la Unificación o secta Moon.

“Además de otros grupos orientalistas, espiritistas y de la Nueva Era, (el PAR) reúne a movimientos cismáticos procedentes de la Iglesia Católica y de la Iglesia Ortodoxa, entre otras confesiones cristianas”, indicó e informó que el PAR instrumentaliza “en su beneficio a la jerarquía de la Iglesia Católica argentina y, sobre todo, al Papa”.

Santamaría, licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca y estudioso del fenómeno sectario, advirtió que el PAR, como otros grupos, aprovecha “estas entidades, redes y proyectos para aparecer como movimientos religiosos al mismo nivel que las grandes tradiciones espirituales”.

El PAR es presidido por el laico católico Miguel Ángel Libré, su vicepresidente es el pastor bautista Darío Martínez y su secretario general es Mahatma Krishananda Ji, difusor de la doctrina de Amma en Argentina.

Según Santamaría, la “vinculación especialísima del PAR con la Iglesia de la Unificación” no “es algo casual, sino orgánico y oficial”. “Además, podemos encontrarnos con otras presencias de la nueva religiosidad como la secta Brahma Kumaris, una habitual de estos foros multirreligiosos. Y encontramos multitud de grupos de impronta oriental, en torno al yoga y otras prácticas de tipo espiritual”, indicó.

También “aparece como miembro del PAR la llamada Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava de Argentina. En una de sus ceremonias, tal como testimonia la web del PAR, dan la comunión a los responsables de esta plataforma multirreligiosa, aún sin estar bautizados en su Iglesia. Una forma bastante curiosa de acoger a los no ortodoxos, excepcional en los que se dicen miembros de la Ortodoxia”.

“También puede observarse en el listado de miembros del PAR que aparecen algunos grupos cismáticos, separados de la Iglesia Católica e independientes de ella, aunque empleen denominaciones que pueden llevar a la confusión”, sostiene Santamaría.

El experto denunció que “en su página web, el PAR muestra una bendición del Papa Benedicto XVI, lo que ostentan como un respaldo del Pontífice a su proyecto”, sin embargo, “si consultamos el documento, podemos observar que se trata de una carta firmada por el nuncio apostólico en Buenos Aires, Adriano Bernardini, en el que traslada en diciembre de 2006 la bendición del Obispo de Roma a la Unión de Trabajadores Cooperativistas de la República Argentina ‘Trabajo Solidario’, a la vez que les insta a seguir luchando por una sociedad más justa a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia. No hay, por lo tanto, ninguna mención al PAR, en contra de la presentación de la portada de la web”.Para Santamaría, “un objetivo claro de la actividad del PAR, y que explica el conglomerado de grupos que lo forman, es la influencia sobre los legisladores a la hora de configurar una ley de cultos más favorable para ellos en Argentina”.
[Fuente: Aciprensa]

3 comentarios:

Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas dijo...

El informe de Santamaría ha sido publicado completo en el boletín electrónico que edita la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). La suscripción es gratuita, en www.ries-sectas.tk

Anastasio dijo...

Muchas gracias por la información.

Anónimo dijo...

Pepe Rodríguez habla pestes de este sacerdote.
Pepe Rodríguez habla pestes de este sacerdote ¿que opinan?

http://www.pepe-rodriguez.com/Masoneria/Moon/Manuel_Guerra.htm

Aunque si hay que hablar de una actitud ´´perturbadora de la objetividad en la selección de datos o hechos y en su interpretación´´, nadie puede competir, ni de lejos, con la del sacerdote ultra Manuel Guerra Gómez, que no sabe ni lo que es un dato objetivo y menos todavía practica la obligación de contrastar los datos que tenemos todos quienes escribimos (y que no quita el riesgo de equivocarse, pero una cosa es el error y otra la mentira a sabiendas).
Sin embargo, me quedo con la duda inmisericorde de no poder saber a ciencia cierta si ese tipo, Manuel Guerra, es un mentiroso patológico, un manipulador profesional (infinitamente burdo, claro está), o un simple cretino ¿alguien podría sacarme de la duda? Lo agradeceré infinitamente.