[Thomas H. Huxley, 1825-1895]
En general, sería incognoscible toda supuesta realidad trascendente y absoluta. La ciencia, pues, se circunscribiría y reduciría -tendría como límites- al conocimiento de lo fenoménico y relativo.
Puede mencionarse como precedente a Inmanuel Kant cuando en su obra la Crítica de la Razón Pura señala la negación de toda metafísica, esto es, también, cuando desarrolla su exposición de la teoría de la incognoscibilidad de la "cosa en sí" (noúmeno) frente a lo fenoménico como único objeto posible del conocimiento humano: el hombre -la mente humana- no puede conocer más que aquello que es objeto de los sentidos.
Esta doctrina ha sido muy elaborada, posteriormente, por la filosofía positivista (así, Augusto Comte y, en especial, Herbert Spencer, en el contexto del positivismo moderado) y el neopositivismo. El concepto fue adoptado igualmente por Charles Darwin.
En el ámbito de lo religioso -en relación a la existencia de Dios-, propiamente, el agnosticismo se situaría entre el teísmo y el ateísmo; mientras el teísta afirma que Dios existe y el ateo niega su existencia, el agnóstico afirma la ignorancia sobre dicho particular. No obstante, actualmente ha adoptado otros significados: por ejemplo, se ha venido a identificar en su sentido más amplio con el escepticismo y, así mismo, se ha asimilado a un estilo de vida no religioso, a un posicionamiento emotivo anticristiano e, incluso, se ha utilizado como sinónimo de ateísmo.
2 comentarios:
Ciertamente, es un error identificar agnosticismo con ateismo, por todos los motivos que bien has explicado arriba.
Un fuerte saludo,
Ramón Villaplana
Hola Ramón, bienvenido por "De Ortodoxia":
Efectivamente, con propiedad no son identificables: mientras el "ateísmo" niega terminantemente la existencia de Dios, el "agnosticismo" suspende el juicio sobre el particular.
Tampoco considero apropiado atribuir al agnosticismo un "posicionamiento emotivo anticristiano". Puede ser el caso, pero no necesariamente.
Un abrazo:
Anastasio
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