"Llegó la Cuaresma, madre de la castidad". ¿Y qué período vivíamos antes? El del vagabundeo. Nuestra alma andaba errática con todo lo que seducía su mirada: caras, objetos, voluptuosidades pecaminosas. Cada uno de nosotros tiene su propia pasión que procura satisfacer. Es el momento de ponerle fin. Encuentra tu Dalila que te encarcela y te entrega a tus enemigos. Abandónala. Tendrás entonces más que Sansón: recobrarás no sólo tus cabellos -los buenos pensamientos- y tu fuerza -la de la voluntad-, sino que tus ojos también se abrirán: tu espíritu contemplará al Señor, te verás a ti mismo y a cuanto te rodea bajo la luz verdadera. ¡He aquí, llegado, el tiempo favorable! ¡He aquí el día de la salvación!
San Teófano El Recluso, Sobre la Cuaresma.
El presente blog es obra de un cristiano ortodoxo. Por tanto, aunque su pretensión última es la de dar a conocer la fe de la Iglesia Ortodoxa y, por extensión, todo lo relativo a la Ortodoxia Cristiana en el ámbito, principalmente, de la comunidad iberoamericana e hispanohablante (inserta mayoritariamente en la tradición católica), muchos de los textos estarán inevitablemente tamizados por la perspectiva personal -y "experiencial"- del autor. (12/9/05)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario